Las madres ante el abuso sexual de sus hijas
agosto 15, 2016 at 1:00 ,
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DEL “NO LO PUEDO CREER”
AL “TE CREO Y TE APOYO”
“Dar el paso del ‘no lo puedo creer’ al ‘lo
creo’ depende mucho de cada mujer. En mi experiencia, si la madre es una
mujer víctima de violencia y ha vivido muy sometida, tardará mucho más
en aceptarlo, en admitirlo.
Pueden pasar no sólo meses, sino años,
muchos años. En algunos casos puede pasar toda la vida y se negará a
creerlo y en todo ese tiempo se afirmará en la idea de que a su hija
nunca le pasó nada. También hay casos en que las madres reaccionan
inmediatamente y el primer momento de no creer dura poco.
Cuando muchas niñas y adolescentes que he atendido me refieren el
momento de la revelación a su madre, coinciden en que hay un momento en
el que la madre indaga e indaga: ‘¿Vos estás segura de lo que te pasó?
¿Me estás hablando en serio, francamente?’ Ya más serenas, quieren
asegurarse. Y todavía entonces tienen la esperanza de que su hija les
diga que no es cierto. Ya seguras, con todo y el dolor, como ya entraron
en una fase más racional, inician otra fase del proceso: deben decidir
si van a apoyar a su hija o no. Es el momento en que se instala en ellas
una decisión u otra. Al saber con certeza la verdad pueden ocurrir las
dos cosas.
Muchas mujeres se disocian. Hay mujeres que viven toda su vida
disociadas. Si deciden continuar viviendo con el hombre que abusó de su
hija, necesitan disociarse para poder continuar con él. En mi
experiencia, he visto a una mayoría de madres que optan por apoyar a su
hija y deciden no seguir junto a ese hombre.
Se van de la casa, rompen con el esposo, con el compañero, sea el padre o el padrastro. Esta decisión es señal de una coherencia muy grande. Pero tomarla exige una enorme fortaleza, con la que no siempre cuentan de forma constante. O si la tienen, tratan de emplearla para protegerse de otras formas, evitando recurrir a una ruptura total con el hombre. Por razones económicas, por razones de presión social, por distintas razones.